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¿Cómo bajar la tensión alta? Te damos las claves para hacerlo

Saber cómo bajar la tensión alta es fundamental para manejar este trastorno de la salud que, en la actualidad, afecta a millones de personas en todo el mundo. En España, la incidencia de la hipertensión es alta, con más de un  40% de la población mayor de 18 años que la padece.

Sus causas son variadas, y su consecuencia principal es el endurecimiento y engrosamiento de las arterias, que puede dificultar el paso de la sangre a través de ellas y  derivar en infartos e ictus. Al no provocar síntomas, es popularmente conocida como la “asesina silenciosa”. Por este motivo es muy importante detectarla y saber cómo controlarla, tanto con fármacos como con algunos cambios en los hábitos de vida. En este post te enseñamos cómo bajar la tensión alta.

¿Qué es la hipertensión?

Llamamos hipertensión al trastorno que se da cuando la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias es lo suficientemente alta como para, con el paso del tiempo, provocar problemas de salud, principalmente cardiacos. 

Está causada por las interacción de dos factores: 

  • La cantidad de sangre que bombea el corazón.
  • El grado de resistencia al flujo de la sangre de las arterias. 

De este modo, la presión arterial será mayor cuanta más sangre bombee el corazón y cuanto más estrechas sean las arterias.

¿Cuáles son los niveles normales de tensión arterial?

En primer lugar hay que aclarar que se usan dos cifras para expresar la tensión arterial. La superior (sistólica) es la presión máxima que ejerce el corazón al latir y la inferior (diastólica) se refiere a la cantidad de presión que se produce en las arterias entre un latido y otro (presión diastólica). Popularmente las conocemos como “la alta” y “la baja”. 

Se considera que la presión arterial es normal cuando sus niveles máximos se encuentran  entre 120-129 mmHg para la sistólica (máxima), y entre 80 y 84 mmHg para la diastólica (mínima). 

Se considera que la presión arterial es normal-alta cuando los niveles están  entre 130-139 mmHg para la sistólica (máxima), y entre 80-89 mmHg para la diastólica (mínima). 

Factores de riesgo asociados a la hipertensión 

Los factores de riesgo principales asociados a la tensión alta son los siguientes: 

  • La edad: aumenta el riesgo de padecer hipertensión. A partir de los 65 años las mujeres son más propensas a desarrollarla, mientras que, antes de esa edad, es más común en hombres.
  • Herencia familiar:  se trata de una enfermedad que  tiende a ser hereditaria.
  • Raza: las personas con ascendencia africana son más propensas a desarrollarla y en edades tempranas. 
  • Consumo de tabaco: cuando se fuma, la presión arterial aumenta transitoriamente. Además, los componentes del tabaco pueden deteriorar el revestimiento de las paredes arteriales.
  • Consumo alto de alcohol: el consumo excesivo de alcohol puede dañar el corazón a largo plazo. Se considera perjudicial ingerir más de una bebida diaria en el caso de las mujeres, y dos en el de los hombres. Una bebida equivale a 147 ml de vino, 350 ml de cerveza, o 44 ml  de alta graduación. 
  • Sobrepeso: cuanto más se pesa, más volumen de sangre se necesita para suministrar oxígeno y nutrientes a los tejidos. Esto provoca que la presión sobre las paredes arteriales se incremente.
  • Sedentarismo: la falta de actividad física aumenta la frecuencia cardíaca y, por tanto, la fuerza que debe hacer el corazón con cada contracción, así como la presión que se ejerce sobre las arterias.
  • Exceso de sodio: consumir demasiada sal contribuye a la retención de líquidos, que incrementa la presión arterial.
  • Falta de potasio: no consumirlo en cantidades adecuadas o bien tener problemas para retenerlo, provoca que el sodio se acumule en la sangre. 
  • Estrés: el estrés intenso puede aumentar temporalmente la presión arterial.
  • Algunas enfermedades crónicas: patologías renales, diabetes o apnea del sueño se asocian a un incremento de la tensión arterial. 

La hipertensión, una condición asintomática

Aunque se puede tener la tensión alta durante años sin experimentar ninguna clase de síntoma, por suerte, sí que es posible detectarla. Esto es algo fundamental, pues aunque no haya indicios claros de que se padece, la hipertensión puede estar dañando lentamente los vasos sanguíneos y el corazón y, por tanto, aumentando el riesgo de sufrir ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares. En el siguiente apartado te contamos cómo detectarla. 

¿Cómo sé si tengo hipertensión?

Es probable que tu médico te tome la tensión como parte de tus consultas médicas rutinarias. A partir de los 18 años es conveniente hacerlo al menos cada dos años. A partir de los 40, o antes de cumplirlos si se presenta riesgo elevado de padecerla, es recomendable medirla todos los años. 

En caso de que tengas diagnosticada hipertensión o presentes otros factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, es probable que tu médico te recomiende tomarla con más frecuencia. 

Aunque lo más recomendable es tomarla en la consulta del médico, también puedes hacerlo en las farmacias o comprar una máquina diseñada para este propósito. 

Como recomendaciones generales, la presión arterial debe tomarse teniendo en cuenta las siguientes indicaciones:

  • Medirla en ambos brazos para así determinar si existe alguna diferencia. Es importante ajustar bien el brazalete y que este sea del tamaño adecuado para el contorno del brazo.
  • Realizar la medición siempre a la misma hora, puesto que la presión arterial varía a lo largo de la jornada. 
  • Intentar estar relajado y tranquilo y permanecer sentado 5 minutos antes de la toma.
  • No comer, beber, fumar o hacer actividad física durante al menos media hora antes de tomarla. 
  • No cruzar las piernas y retirar la ropa que pueda estar oprimiendo el brazo. 
  • Colocar el manguito del tensiómetro de brazo tres centímetros por encima del codo
  • Mantener el brazo algo flexionado y la palma de la mano hacia arriba
  • En los tensiómetros de muñeca, colocar la muñequera a la altura del corazón.
  • No hablar mientras se realice la medición. 
  • Realizar dos mediciones espaciadas por al menos dos minutos y tomar como resultado la media de ambas cifras.  

¿Qué riesgo implica la tensión alta para la salud?

La hipertensión siempre implica un riesgo, pero este será mayor cuanto más alta sea  y cuanto más tiempo pase sin controlarse. Estas son algunas de las complicaciones en las que puede derivar:

  • Ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Aneurisma.
  • Problemas renales debidos al estrechamiento y debilitación de los vasos sanguíneos de los riñones.
  • Pérdida de visión a causa del engrosamiento, estrechamiento o desgarro de los vasos sanguíneos de los ojos.
  • Síndrome metabólico: se trata de un conjunto de trastornos del metabolismo que pueden incrementar las posibilidades de sufrir diabetes, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
  • Disminución de la capacidad cognitiva: principalmente problemas de memoria o de comprensión.
  • Demencia:  al estrecharse las arterias  el flujo de sangre hacia el cerebro es menor, lo que puede causar la llamada demencia vascular. 

¿Cómo bajar la tensión arterial alta?

Los hábitos de vida saludables son fundamentales para abordar la hipertensión. Si esta es severa también es necesario aplicar un tratamiento farmacológico. 

Entre las rutinas que hay que incorporar al día a día se encuentran: 

  • Llevar una dieta rica en verdura, legumbres, fruta, pescado, aceite de oliva y alimentos magros.
  • Hacer ejercicio.
  • Controlar tu peso.
  • No fumar ni beber alcohol en exceso. 
  • Disminuir o eliminar el consumo de sal: no añadir sal a los alimentos frescos y evitar los procesados que la contengan en altas proporciones, como son las sopas de sobre, el bacalao ahumado, los precocinados, algunos tipos de queso, los embutidos, etc. 

Para saber cómo bajar la tensión alta, primero, es recomendable que, antes de comprar un alimento, te fijes bien en los ingredientes, pues las marcas comerciales a menudo usan estrategias de marketing que pueden hacer pasar por saludables alimentos que no lo son. Los ingredientes figuran en listado de mayor a menor cantidad, es decir, los que aparecen antes son lo que se han utilizando en mayor concentración. De este modo, cuanto antes aparezca la palabra “sal”, en mayor proporción se habrá utilizado. Por el contrario, si aparece al final de la lista, será menor.

Como has visto en este artículo, tener la tensión alta entraña un riesgo serio para la salud. Al no ser sintomática es recomendable tomarla periódicamente así como llevar una vida saludable eliminando aquello hábitos que la incrementan.

En los casos de hipertensión más severos hay que realizar un tratamiento con fármacos y tener en cuenta la farmacogenética, importante a la hora de ajustar la dosis exacta del medicamento para cada paciente en función de sus genes.

Para reducir el riesgo tanto de la hipertensión como de otras enfermedades es fundamental una actitud proactiva y preventiva. Así lo entendemos en Veritas, y por eso ponemos tu disposición test genéticos que te aportan información de gran valor para el cuidado de tu salud.

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4 comentarios

Carmen

12 mayo, 2020 6:17 pm

Gracias por los consejos!!!?

Alleja

26 junio, 2020 6:23 am

Excelente muchas gracias.

luis alvarez

16 enero, 2024 10:52 pm

muchas gracia por este artículo

ALISANDRO

26 enero, 2024 4:57 pm

BUENOS DIA PRESENTO UNA TENSION DE 12 Y LA BAJA EN 90 QUE DEBO HACER