Cuestión de Genes

Bebé prematuro, factores de riesgo y complicaciones

Un bebé prematuro es aquel que nace antes de las 37 semanas de gestación. Dependiendo del momento del nacimiento, puede que determinados órganos y sistemas no hayan terminado de desarrollarse por completo. Por ello, suele necesitar cuidados especiales y, en algunos casos, puede presentar algunas complicaciones. En este artículo hablamos sobre los factores de riesgo que aumentan las probabilidades de un parto prematuro y las complicaciones más frecuentes. 

¿Qué es un bebé prematuro?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como bebé prematuro al bebé que nace antes de haber completado las 37 semanas de gestación. En situaciones normales el embarazo tiene una duración de 40 semanas aproximadamente, y un parto se considera “a término” cuando el bebé nace entre las semanas 37 y 42. 

Según datos de la OMS, se estima que en el mundo nacen anualmente 15 millones de prematuros, una cifra que está aumentando en los últimos años. La tasa de nacimientos prematuros oscila entre el 5% y el 18% en función de los países, de los cuales alrededor del 84% nacen entre las semanas 32-37, el 10% entre las semanas 28-32 y en torno al 5% antes de las 28 semanas de gestación. En España, en 2020 la cifra fue del 7%, es decir, 1 de cada 13 recién nacidos fueron prematuros. 

Como explicamos en nuestro artículo ¿Qué ocurre en el último mes de embarazo?, durante las últimas semanas de gestación los pulmones se preparan para poder respirar en el momento del nacimiento, y la piel sufre cambios que le ayudarán a mantener su temperatura corporal una vez que esté fuera del útero. 

Si un bebé nace antes de tiempo, además de ser más pequeño que los nacidos a término, puede presentar órganos inmaduros que no estén aún preparados para asumir sus funciones fuera del útero. No todos los bebés prematuros presentan las mismas complicaciones, ya que cuanto más prematuro es el recién nacido, más complicaciones pueden tener. Por este motivo se diferencian tres grupos: 

  • Prematuros extremos: nacen antes de las 28 semanas de gestación, es decir, antes de los 7 meses. Es el grupo que requiere más cuidados médicos y el más vulnerable. En 2019 nació en Tokio el que se considera el bebé más pequeño del mundo hasta la fecha, con tan solo 24 semanas de gestación y 268 gramos de peso. 
  • Muy prematuros: nacen entre las semanas 28 y 32 de gestación. En los últimos años se ha reducido significativamente la mortalidad de los niños nacidos con una edad gestacional menor de 32 semanas, aunque se deberá realizar un seguimiento tras el alta para asegurar su correcto desarrollo. 
  • Prematuros tardíos: nacen entre las semanas 32 y 37 de gestación. Aunque tienen un menor riesgo de complicaciones médicas que los casos anteriores, su tasa de morbimortalidad sigue siendo mayor que la de los recién nacidos a término.

Debido a que en algunos casos es difícil establecer de forma exacta la edad gestacional del bebé, que se calcula a partir del primer día de la última menstruación, el peso del recién nacido también se utiliza para clasificarlo dentro de una de las categorías de prematuro. De este modo, los recién nacidos pueden clasificarse como: 

  • Extremado bajo peso al nacimiento: inferior a 1 kg.
  • Muy bajo peso al nacimiento: inferior a 1,5 kg.
  • Bajo peso al nacimiento: inferior a 2,5 kg.

La clasificación del bebé prematuro según los parámetros de edad gestacional y peso permite establecer un pronóstico para proporcionar el seguimiento y los cuidados más adecuados al recién nacido desde sus primeros momentos de vida. 

Tipos de partos prematuros 

  • Parto pretérmino electivo: este tipo de parto prematuro no se produce de forma espontánea y se suele realizar cuando existen complicaciones que pueden poner en peligro la salud de la madre, del feto, o la de ambos. Este tipo de partos se recomiendan como pronto a partir de las 32 semanas de gestación, en situaciones como embarazos múltiples con complicaciones, problemas asociados a la placenta (como placenta previa o desprendimiento de placenta) y preeclampsia (hipertensión arterial asociada al embarazo). Si existen complicaciones graves en la madre o el feto antes de la semana 32, es necesario realizar una valoración individualizada de cada caso. 
  • Parto pretérmino espontáneo: se produce de forma involuntaria y necesita atención médica inmediata. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la OMS, entre el 70-80% de los nacimientos prematuros son espontáneos y las principales causas son por una rotura prematura de la bolsa o el comienzo de trabajo de parto prematuro. 

Factores de riesgo de parto prematuro 

Aunque muchas veces la causa específica del nacimiento prematuro no es clara, existen algunos factores de riesgo que incrementan la posibilidad de que ocurra. No obstante, en muchos casos se da en mujeres que no presentan ningún factor de riesgo aparente. Entre distintos factores de riesgo, distinguimos: 

  • Parto prematuro previo: mujeres con un parto prematuro previo a 35 semanas de gestación tienen un 16% de riesgo de parto pretérmino en un segundo embarazo, y un 41% de riesgo tras 2 partos pretérminos anteriores.
  • Embarazo múltiple: es uno de los factores de riesgo más relevantes, pues el 59% de los embarazos gemelares y más del 98% de los embarazos con tres o más fetos terminan en parto prematuro. 
  • Múltiples abortos previos, ya se hayan producido de manera espontánea o por razones médicas.  
  • Embarazo por técnicas de fecundación in vitro: se asocia a un mayor riesgo de parto pretérmino.
  • Control prenatal insuficiente o inexistente. 
  • Infecciones que no hayan sido tratadas.
  • Características maternas: edad materna ≥35 años o menor de 16 años, así como un peso materno menor de 50kg (o IMC <19.8 kg/m2), o el tabaquismo, entre otros aumentan el riesgo de parto prematuro. 
  • Preeclampsia o diabetes gestacional no controlada. La preeclampsia es una complicación del embarazo que se caracteriza por una presión arterial alta que, si no se controla, puede causar complicaciones graves tanto en la madre como en el bebé. La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que afecta a mujeres embarazadas que no presentan esta patología previa al embarazo y que, si no se controla, aumenta las probabilidades de una cesárea en el momento del parto, además de otras complicaciones.

¿Qué características tiene un bebé prematuro? 

Como consecuencia de su nacimiento pretérmino, los bebés prematuros presentan una serie de rasgos característicos: 

  • Menor tamaño que los nacidos a término. Esto da al bebé prematuro una apariencia más frágil y provoca que la cabeza se vea desproporcionadamente grande respecto a su cuerpo. 
  • Piel más delgada y fina, a través de la cual pueden llegar a verse los vasos sanguíneos del bebé. 
  • Uñas pequeñas y blandas. 
  • Ausencia de pliegues en las plantas de los pies
  • Menor tono muscular, que provoca que sus movimientos sean escasos y espasmódicos. 
  • Orejas poco desarrolladas, con escaso cartílago y pegadas a la cabeza.

Hay que apuntar que, a medida que el bebé siga desarrollándose y ganando peso, su apariencia irá acercándose cada vez más a las de un bebé nacido a término. 

Complicaciones del bebé prematuro

La gravedad de las complicaciones de salud asociadas a los partos prematuros dependerá principalmente del grado de madurez del recién nacido, es decir, de su edad gestacional y peso. En los casos más severos, las complicaciones a corto plazo pueden afectar a los distintos sistemas del organismo y pueden ser de carácter neurológico, cardíaco y respiratorio, entre otros.  

  • Síndrome de distrés respiratorio: debido a que los pulmones del bebé prematuro no han tenido el tiempo necesario para desarrollarse completamente, existe un déficit de una sustancia llamada surfactante, cuya función es reducir la tensión superficial de los alvéolos, impidiendo que estos colapsen.
  • Apnea: otra complicación del parto prematuro es la apnea, en la que los bebés pueden dejar de respirar durante 20 segundos o más. A veces va acompañada de una frecuencia cardíaca lenta (bradicardia). En estos casos es necesario realizar un control del recién nacido, aunque generalmente responde rápidamente a la estimulación.
  • Displasia broncopulmonar o enfermedad pulmonar crónica: se origina por lesiones en el tejido interno de los pulmones debido al uso continuado de un respirador artificial y oxígeno, así como por la falta de surfactante o de desarrollo. 
  • Ductus arterioso persistente: el ductus arterioso o conducto arterioso es un pequeño vaso sanguíneo que comunica la aorta con la arteria principal de los pulmones. Durante el embarazo permanece abierto, permitiendo al feto respirar a través de la madre, ya que de este modo la sangre oxigenada llega a la aorta y se distribuye por el organismo del feto. El ductus arterioso se cierra de manera espontánea, generalmente durante los tres primeros días de vida, aunque en los bebés prematuros hay más posibilidades de que este conducto no se cierre correctamente. Específicamente, este conducto no se cierra en un 30% de los prematuros de menos de 30 semanas de edad gestacional y en más del 60% de los menores de 28 semanas, provocando dificultad para respirar y alimentarse, y pudiendo llegar a causar insuficiencia cardiaca. El ductus persistente se trata mediante la administración de fármacos y, en algunos casos, puede ser necesaria una cirugía. 
  • Hemorragia intraventricular: es una complicación neurológica que puede aparecer en prematuros que no hayan alcanzado 1,5 kg al nacer y consiste en un sangrado de los ventrículos cerebrales. En estos casos, el pronóstico del recién nacido dependerá de la extensión de la hemorragia y del grado de dilatación de los ventrículos, por lo que será necesario valorar cada caso y establecer el manejo para tratar las posibles complicaciones. 
  • Hipotensión: presentan la tensión arterial baja, por lo que será necesario su control y, en algunos casos, administrar fármacos o incluso realizar una transfusión de sangre.
  • Infecciones: debido a la inmadurez de sus mecanismos de defensa, los bebés prematuros son más propensos a tener infecciones, como por ejemplo neumonía o infección urinaria, siendo necesario un seguimiento y tratamiento farmacológico. 

El pronóstico de los problemas de salud en bebés prematuros varía según las complicaciones concretas que presenten y su gravedad, siendo esta por lo general, menor cuanto mayor sea la edad gestacional y el peso al nacer. 

Como ves, existen múltiples motivos por los que un bebé puede ser prematuro y presentar ciertas complicaciones de salud. Hoy en día, gracias a los avances en los cuidados perinatales, la morbimortalidad asociada a este tipo de partos ha disminuido. 

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