Cuestión de Genes

¿Cuál es la causa de los vómitos en el recién nacido?

¿Sabías que el vómito del recién nacido puede responder a diversas causas? Mientras que algunas no presentan ninguna gravedad, otras pueden asociarse a complicaciones o necesitar un tratamiento específico. En este artículo te explicamos cuáles son las causas más comunes y en qué casos es fundamental acudir al pediatra. 

Diferencia entre la regurgitación y el vómito del recién nacido

En primer lugar, es importante que sepas que la regurgitación y el vómito del recién nacido no son lo mismo. Aunque podrían confundirse, su causa y su manejo es diferente. 

Regurgitación en recién nacidos

Si tu recién nacido o bebé expulsa por la boca parte de su ingesta de leche (ya sea materna o de fórmula), está regurgitando. Esto puede ocurrir durante la toma o justo después de ella. 

Hay bebés que regurgitan en todas las tomas, y otros que lo hacen de forma esporádica. En cualquier caso, es algo completamente normal que se produce porque el anillo muscular situado en la parte superior del estómago no se cierra del todo debido a que su sistema digestivo no ha madurado completamente.

Por eso, a medida que el bebé vaya desarrollándose, las regurgitaciones irán remitiendo. En general, terminan desapareciendo alrededor del primer año de vida. 

Vómito en recién nacidos 

El vómito del recién nacido se diferencia de la regurgitación en que ocurre de forma más violenta e implica la expulsión de más contenido estomacal.

Aunque, por lo general, los vómitos no implican complicaciones, en algunos casos pueden deberse a infecciones u otras patologías que pueden resultar peligrosas y afectar a la salud del bebé si no se tratan a tiempo y de forma adecuada. 

Para determinar el tratamiento del vómito en recién nacidos es imprescindible conocer su etiología, es decir, su origen. Para ello se tiene en cuenta la historia clínica del bebé y se le realiza una exploración física completa.  

Causas más frecuentes del vómito en el recién nacido

El vómito del recién nacido puede responder a distintas causas, con mayor o menor gravedad. Por ejemplo, puede deberse a algo tan banal como una postura incorrecta en las tomas, hasta ser consecuencia de una infección viral estomacal o un problema gastrointestinal. 

Los motivos más frecuentes que originan el vómito en un recién nacido son: 

  • Sobreingesta de leche: el bebé toma más cantidad de leche de la que su sistema digestivo puede tolerar. 
  • Nerviosismo en el bebé: puede provocar que el bebé asimile peor los alimentos.
  • Infecciones estomacales: además de vómitos, por lo general también cursan con diarrea y fiebre en recién nacidos
  • Reflujo gastroesofágico: sucede cuando el anillo muscular que se encuentra en el extremo superior del estómago no se cierra correctamente, de modo que el alimento puede volver a pasar desde el estómago hasta el esófago. Como en el caso de la regurgitación, en recién nacidos y lactantes esto ocurre porque su sistema digestivo sigue madurando. Cabe destacar que estos vómitos generalmente mejoran cuando comienzan a introducirse alimentos sólidos en la dieta. Sin embargo, si este reflujo persiste en el tiempo, puede causar la enfermedad por reflujo gastroesofágico ya que los vómitos frecuentes que se producen contienen pH ácido que pueden dañar la mucosa del estómago. Esta enfermedad puede provocar que el recién nacido rechace las tomas e, incluso, afectar al crecimiento al impedir que el organismo obtenga los nutrientes necesarios para el desarrollo, por lo que es importante su diagnóstico temprano para llevar a cabo un manejo adecuado.
  • Alergias alimentarias: En algunos tipos de alergia alimentaria, como la alergia a la proteína de leche de vaca se producen vómitos de manera frecuente, pudiendo afectar al desarrollo del bebé. Si quieres conocer mejor este y otro tipo de alergias alimentarias, puedes ampliar información en  nuestro artículo Alergias alimentarias en bebés, ¿cuáles son las más frecuentes?

¿Cuándo acudir al pediatra si el bebé vomita? 

Si observas que el vómito de tu bebé tiene las siguientes características, es importante que acudas al pediatra para que este haga un diagnóstico que permita iniciar el manejo más adecuado lo antes posible:

Vómito en proyectil

Una de las complicaciones más frecuentes y que más alarma a los padres es el vómito en proyectil, que se da cuando el recién nacido expulsa el vómito de forma violenta.

Si tu bebé presenta este tipo de vómito es esencial que acudas al pediatra cuanto antes ya que, entre otras causas, puede estar provocado por la estenosis pilórica. Esta patología consiste en el estrechamiento de una zona en la parte inferior del estómago, encargada de evitar que el alimento salga del mismo. La estenosis pilórica es relativamente frecuente en niños, y su tratamiento incluye una intervención quirúrgica que permite corregirla. 

Presencia de bilis en el vómito

Cuando, además de la toma ingerida, el bebé expulsa un líquido verdoso llamado bilis, nos encontramos ante un signo de bloqueo intestinal, es decir, una obstrucción en el intestino que impide el tránsito del alimento. Por eso es importante que el pediatra determine qué está causando dicha obstrucción. 

Vómito y diarrea

Si el vómito del recién nacido se acompaña de diarrea, es posible que exista una infección. Es necesario que el pediatra realice un diagnóstico para poder iniciar el tratamiento más adecuado.  

Signos de deshidratación

Los vómitos en el recién nacido, sobre todo si van acompañados de diarrea, pueden provocar deshidratación. Es importante que sepas reconocer sus signos, para así acudir al pediatra:

  • Sequedad de boca y/o piel.
  • Ojos y/o fontanelas hundidas.
  • Menor frecuencia en el mojado de pañales (menos de 6 cambios de pañal al día). 

Tratamiento del vómito en el recién nacido y algunas recomendaciones

El tratamiento para el vómito del recién nacido es distinto según cuál sea la causa que lo origina. Por eso, dependerá del diagnóstico que realice el pediatra

Sin embargo, existen unas recomendaciones generales que pueden ayudar al bebé cuando el vómito no se debe a una patología que requiere un manejo concreto:  

  • Hacer tomas con menos cantidad de alimento, pero de forma más frecuente.
  • Evitar que el bebé esté completamente tumbado durante la toma, ya que esta posición facilita el paso del alimento del esófago al estómago.
  • No esperar a que el bebé llore para darle la toma. De este modo evitarás que se ponga nervioso, algo que, como vimos antes, provoca que el alimento le siente peor.
  • En cualquier caso, no es recomendable utilizar fármacos antieméticos (para tratar las náuseas y el vómito) durante el periodo neonatal ni la lactancia, solo emplear aquellos fármacos prescritos por el médico. 

Además de estas recomendaciones, es importante que tengas en cuenta que los vómitos sin etiología infecciosa o problemas gastrointestinales suelen  ir remitiendo cuando comienza la diversificación alimentaria. Los alimentos que ingiere entonces el bebé son más espesos que la leche, siendo más difícil que se produzca el reflujo. 

Como has podido ver, el vómito del recién nacido puede no revestir importancia, o bien ser síntoma de alguna patología que el pediatra deba diagnosticar para así iniciar el tratamiento más adecuado. Esperamos que estos consejos te ayuden a saber cómo manejar el vómito de tu recién nacido. 

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